sábado, 16 de mayo de 2009

ZEITGEIST -Addendum- (Zeitgeist 2)





Me ha dejado petrificado esta nueva parte de Zeitgeist, bastante más que la primera, ya que se descubre no sólo como una extensa aproximación al concepto ideológico de Peter Joseph, sino, sobre todo, como una de las reflexiones más profundas jamás llevadas al cine.
Reconozco mi limitación en este instante, puesto que palpo la dificultad por escribir algo simple y entendible, aglutinante de la descarga de información filosófica que este Addendum me ha espetado en la cara (a todos vosotros os pasará lo mismo, teniendo casi la necesidad lógica de apuntillar cada una de las teorías que se perfilan).

Zeitgeist II presume, como la primera, de un ritmo discursivo excelente, quizás algo más complejo en la primera hora, cargada de farragosa teoría económica, pero nunca tan elevado como para impedir la comprensión del mensaje clave. Desde el punto de vista de la estructural, el documental se divide en cuatro partes, aunque creo que, realmente, son dos grupos subdivididos que ahora me dispongo a comentar.

En el primer conjunto se muestra el mal planteamiento de nuestro sistema financiero. Este parte está tan relacionada con las circunstancias económicas actuales, que su visionado hará más sencillo la comprensión de por qué el mundo se dirige a la bancarrota a finales del 2008. Cada una de las inmundicias que han provocado los males de nuestra economía, aquí están explicados desde la teoría simplificada.

En el segundo grupo se plantea la alternativa, “El proyecto Venus” se revela como la sustentación datada del mismo. Sintéticamente, esta organización se ha dedicado a desarrollar un modelo alternativo al sistema monetario, basado en la búsqueda de mayor eficiencia tecnológica y el uso hiperbólico de los recursos, todo apoyado por una conciencia global de trabajo conjunto intercultural. Se elimina la competencia, todos luchan por un objetivo.

La primera parte me maravilló por su capacidad sintética para exponer críticamente el sistema financiero, en cambio, la segunda parte me contrajo el alma dejándome en estado de shock por la rebeldía antisistema que acababa de contemplar, tan inusual en nuestra sociedad acomodaticia. No importa la viabilidad de la misma, nunca la veremos funcionar ninguno de nosotros, lo esencial es la fortaleza del “espíritu de la época” (traducción de “Zeitgeist”) que ha sido capaz de discurrir tremendo puñetazo a lo correcto.

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